17 de septiembre de 2012

Desesperada

Acá, disponible para trabajar de cualquier otra cosa siempre y cuando no tenga que hacer una puta encuesta telefónica más en mi recontraputa vida.

Lo que me mata es que mi familia considera que, una vez metida en el sistema, no puedo salir voluntariamente y quedarme afuera esperando a que me llamen de vuelta para entrar.

Y ahí fue cuando realmente entendí la anécdota del frasquito. Cordobeses de mierda...

3 comentarios:

Lunática dijo...

Ay, qué te pasó!? Pido más detalles, si es posible!

Azul es lejos dijo...

Como pasar, no me pasó nada. Mi problema es que trabajo en un call-center de lunes a sábados y me está enfermando la cabeza. Estoy buscando otro laburo (preferiblemente relacionado con lo que estudio, ¿no? Pero no es tan fácil) y no sale nada.

Tengo días de furia. El trato constante con la gente me está haciendo perder la paciencia jaja.

Lunática dijo...

Como te puse en mi blog, puedo usar una frase cliché y decirte que "todo pasa" ¡ Ya llegará algo mejor!!
Positivaaaaa, todo muy bien, positivaa ♪♫ jaaj