30 de marzo de 2012

Una y el universo (al que todo se reduce)

Al final, todo se reduce a lo capaces - o incapaces que somos de dar, y de recibir.

El problema está en que una no siempre es consciente de sus capacidades; e incluso conocerlas no basta: también hay que saber aprehenderlas.

Así como nos aferramos a los sentimientos y a las cosas, que sea natural.

Que valga la pena.

25 de marzo de 2012

A veces, cada tanto, casi siempre

A. me escribió una vez:

"Que digan de nosotros lo que quieran; yo, igual voy a seguir siendo árbol para tu mundo de papel."

A veces una se siente frágil, chiquitita, ínfima, diminuta, cortita a pesar de medir casi un metro ochenta.

A veces una siente que se olvidó una ventana abierta y el micromundo de papel corre riesgo de volarse al carajo con el primer viento de otoño que sople fuerte.

A veces, una siente demasiado.

24 de marzo de 2012

Conceptos

Definime "que podamos estar bien", porque no hay término en mi diccionario que coincida con eso. Y por mucho que busco en mi enciclopedia, bajo el concepto de "estar bien" no aparecen ni tu nombre, ni tu presencia.

12 de marzo de 2012

Solos

"Hacé unos mates," me dijo, y en ese momento se escucharon las primeras gotas de lluvia en el patio.

Mientras yo ponía la pava él se sentó frente a la computadora y puso a reproducir uno de los últimos discos que había conseguido.

"Escuchá, esto te va a gustar."

Hablamos toda la tarde mientras tomábamos mate. Compartió su música conmigo y yo compartí con él la mía. Me contó la historia de cómo Pedro Aznar había grabado "Because", de los Beatles, y yo lo obligué a repetir "Calling you" por lo menos tres veces. Le dije que mi preferido seguía siendo "Tema del ángel".

(En ese entonces no sabía que Pedro me iba a dar las palabras exactas para sintetizar dos sentimientos demasiado grandes -demasiado diferentes, también- para explicar por mí misma).

En algún momento discutimos, también, aunque no estoy segura de por qué. Lo que sí recuerdo es estar sentada en la mesada de la cocina, las rodillas colgando en el borde, un montón de sobres vacíos de edulcorante desparramados entre mis muslos mientras intentaba explicar algo que él todavía hoy no comprende del todo.

También sé que después de un rato le agradecí con un abrazo, y él dibujó una sonrisa triste, una mezcla entre me gusta que te sientas así y preferiría que no fuera en estas circunstancias.

Pasamos un rato más a solas, escuchando la música en silencio, una nueva ronda de mates en el sillón y la tele milagrosamente apagada. Después vino ella y reventó la burbuja, pero estaba bien, porque ya nos habíamos despedido de nuestro rato de tranquilidad.

Yo sé que mi viejo disfruta pasar tiempo a solas conmigo, pero le gustaría más que me llevara mejor con mi mamá. Y a mí también me gustaría que fuera así. Pero mi (mala) relación con mi vieja es una realidad, y es muy difícil no anhelar esos raros ratos de paz cuando estamos solos.

7 de marzo de 2012

Frágil

"La vida cambia y la gente tambien, ya no se quien sos."

La verdad, me sorprendería que lo supieras, porque yo tampoco sé quién soy. Pero creo que ese no es el problema.

El problema es que efectivamente, la gente cambia, y lo que yo necesito por una vez en la vida es menos cambio y más estabilidad.

Pero no lo vas a entender. Porque sos así de dura, igual que yo.

Y ya pasamos por esto. ¿Cómo te explico?

Qué difícil que sos. Qué difícil que soy yo también, ¿no?

Debe ser esto de ser humanas. Somos complicadas por excelencia.