A. me escribió una vez:
"Que digan de nosotros lo que quieran; yo, igual voy a seguir siendo árbol para tu mundo de papel."
A veces una se siente frágil, chiquitita, ínfima, diminuta, cortita a pesar de medir casi un metro ochenta.
A veces una siente que se olvidó una ventana abierta y el micromundo de papel corre riesgo de volarse al carajo con el primer viento de otoño que sople fuerte.
A veces, una siente demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario