1 de mayo de 2012

Soy un bardo

La semana pasada en clase de Cultura Popular e Industria Cultural (suena a trabalenguas, pero la materia es muy copada), el profesor mencionó al pasar que la palabra bardo proviene de la cultura tibetana y se refiere, entre los budistas, a un estado de transición, un intermedio entre dos vidas terrestres. Es el período de transición entre una vida y la siguiente.

Me tomó casi una semana darle vueltas al término para comprender a qué se refiere, no en la cultura budista, que sinceramente desconozco completamente, sino en nuestra cultura; o mejor dicho, en mi cultura.

Quise aplicarlo a mi vida cotidiana, al estado en el que me encuentro ahora, y me doy cuenta de que encaja muy bien. Dentro de mi propio período existencial, estoy en el intermedio entre una época pasada que todavía no pasó por completo y el inicio de una nueva época, de una vida diferente.

Estoy pasando por una transición en el más literal de los sentidos, Transición con T mayúscula. Estoy viviendo una parte de mi vida que es una no-vida, pero tampoco es estancamiento, porque me lleva como la corriente de un río y me mueve hacia adelante, hacia los lados, hacia ni yo sé dónde, pero me mueve, me transporta, me desplaza. Salí de una vida y estoy entrando en la siguiente, todavía no llego, pero estoy cerca.

Y recién ahora entiendo que vivir una no-vida también es parte de un proceso, que no sucede por nada, que estaba destinado a pasar aunque yo intentara luchar contra eso, como todas las cosas que pasaron y me seguirán pasando.

¿Puedo decir que soy, o estoy viviendo un bardo en este momento? Sí, absolutamente.

1 comentario:

Humberto Dib dijo...

Hola, llegué hasta aquí medio de casualidad, pues suelo elegir comentarios en blogs amigos y visito a la persona para ver qué hace. Vi tu comentario y acá estoy.
Decidí dejarte un mensaje porque me sentí identificado en ese momento de duda existencial que decís estar atravesando.
No es algo dramático, apenas uno de los tantos momentos que tiene la vida.
Un saludo.
HD